Cómo evitar las peleas entre hermanos

¿Por qué se pelean los hermanos? Las peleas y las discusiones entre hermanos son inevitables y además bastante frecuentes, sobre todo en la infancia.

En toda familia donde hay hermanos escuchamos decir: “viven peleando”, “hay momentos que juegan muy bien juntos y en un instante se empiezan a pelear”, etc. Podemos decir que la rivalidad entre hermanos es natural e inevitable, en toda relación fraterna conviven sentimientos contrarios.

Como padres, debemos tener una guía de cómo arbitrar en dichas situaciones, con el fin de ayudarles a frenar esas situaciones y a transformar los sentimientos negativos en positivos.

 

 ¿Qué pueden hacer los padres para suavizar los momentos de tensión entre los hijos?

A continuación 9 consejos que te servirán de utilidad:

  1. Intentar no intervenir nada más empezar la pelea, es bueno que los niños aprendan a resolver sus conflictos aunque se les debe dejar claro que pegar no está permitido y si esto sucede si hay que intervenir.
  2. Darles responsabilidad para que traten de resolver sus diferencias entre ellos, los padres pueden ayudarles haciendo preguntas que les ayuden a reflexionar: ¿Qué creéis que es lo más justo en este momento? ¿Cómo te sientes tú con este trato? ¿Cómo crees que se siente tu hermano?
  3. Es frecuente encontrarnos que algunas situaciones crean siempre las mismas discusiones. Por ejemplo, el hermano pequeño molesta al mayor cuando viene algún amigo suyo a casa. Los padres pueden tratar de evitar esa situación tratando de buscar otra actividad para el pequeño en ese momento.
  4. No hacer comparaciones entre los hermanos, esto les llevará a rivalizar más entre ellos. Los padres pueden explicarles a los hijos que a cada uno se le valora por como es, será importante trasmitirles que han de aprender a aceptarse y juzgarse según sus características y no por cómo se vean en comparación a sus hermanos.
  5. Algo que puede calmar momentos de difíciles es hacer una lista con las cosas por las que se suelen pelear (programas de televisión, el uso del ordenador, sitios donde sentarse…) y organizar unos turnos durante la semana donde cada uno sepa a quien le toca en ese momento.
  6. Normalmente, cuando ambos padres trabajan, la vuelta a casa suele ser un momento complicado. No solo los niños estarán más cansados sino que trataran de acaparar la atención de sus padres a los que no han visto en unas horas. Entonces pueden darse más momentos de peleas y esto puede ser muy desmotivante para los padres. Será importante hacer planes para el regreso a casa y pasar a solas un rato con cada hijo para que puedan hablar de su día y tener “en exclusiva” un rato con ama (mamá) y un rato con aita (papá).
  7. Los hermanos mayores pueden tener algunas pequeñas responsabilidades con los más pequeños: ayudarles a bañarse, jugar un ratito con su hermanito, empujar el carrito… Los padres pueden trasmitirles lo orgullosos que se sienten de esta ayuda. Los mayores se sentirán muy importantes al implicarse en estas pequeñas tareas.
  8. Tratar de fomentar el afecto entre los hermanos, realizando por ejemplo alguna actividad juntos.
  9. Reforzar las actitudes positivas de cada uno de ellos en relación a sus hermanos.

Y aunque las peleas entre los hijos generarán algunos momentos de tensión familiar, uno de los aprendizajes más valiosos  para una persona es aprender a convivir con sus hermanos, compartir, entender que hay otro diferente a mí y que además puede querer cosas distintas, aprender a esperar, protegerse cuando están juntos fuera de casa y compartir muchos momentos de diversión.

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