¿Te pusiste rojo cuando tu hijo te preguntó como vienen los niños?
¿Quisiste desaparecer cuando te preguntó que es el sexo?
Existen ocasiones en las que educar a nuestros hijos/as se trasforma en un desafío para el cual no siempre nos sentimos preparados. Hablar de la sexualidad puede en ocasiones resultarnos incómodo y no siempre tenemos claro cómo abordar este tema.
Como primer paso, nos puede ayudar, tomar conciencia de que la sexualidad es parte de la naturaleza humana tanto como lo son otros aspectos, y determina, en gran medida, la satisfacción o el bienestar en la vida adulta. Por este motivo, es imprescindible que podamos educar sanamente a los niños sobre ello.
¿Cuál es la forma adecuada para hablar de sexualidad con mi hijo/a?
- El primer paso como padres, es facilitar una vía adecuada de comunicación con el peque, para eso es importante que estemos disponibles emocionalmente.
- Hay libros con dibujos y lenguaje adaptado para los niños/as que pueden ayudarte a la hora de buscar la forma más natural de hablar del tema.
- Puede pasar que no sepamos como dar respuesta a una pregunta por no estar seguros de como responderla, antes de nada, lo mejor es tener claro que lo que se va a decir es lo más adecuado. Si no se puede responder hoy, se responde mañana. 🙂
- A veces los niños/as escuchan términos que resultan ser peyorativos o insultantes, referidos a la sexualidad, explicarles el significado en un lenguaje que entiendan y poder enseñarles la manera más adecuada de hablar de sexualidad es el mejor modelo de aprendizaje para ellos.
- No tenemos porqué esperar a la adolescencia para hablar de sexualidad.
- Cuando hablamos a nuestros hijos/as de sexualidad, también estamos enseñándoles cómo cuidarse y protegerse. Por ejemplo: Poder enseñar a tu hijo/a que él es el dueño de su cuerpo y como decir que NO, es poder proteger a tu hijo/a de situaciones de abuso.
- Cuando enseñamos a los niños/as como entender la sexualidad también les enseñamos emociones, valores y los procesos de toma de decisión.
En definitiva, aprender a reflexionar sobre la sexualidad es favorecer un crecimiento sano y responsable.